jueves, 11 de julio de 2013

Causas que provocan fallos en los puentes metálicos

Puente de Minneapolis.


Las principales deficiencias estructurales que se pueden dar en puentes de acero son:


  • Los elementos principales no cumplen las relaciones ancho-espesor.
  • Los esfuerzos actuantes son mayores a los permitidos.
  • Elementos de arco diseñados solamente a compresión sin tener en cuenta la flexión biaxial junto a la compresión.
  • Utilización de modelos estructurales incompletos.
  • Incumplimiento de las características mínimas para un adecuado análisis y diseño.
  • Selección errónea de la longitud efectiva (K) para la evaluación del pandeo general de la parte inicial de los elementos de un arco.
  • Ausencia de evaluación adecuada de la estabilidad lateral.
  • Deficiencias de análisis, diseño y fabricación de las uniones.
  • Necesidad de más frecuentes y más exhaustivos estudios de actualización y rehabilitación
  • Ausencia de estudios de fenómenos de fatiga para el diseño y revisión tanto de los elementos como de las uniones.
  • Escasez o ausencia de mantenimiento preventivo y rutinario, lo que favorece la aparición de fenómenos de corrosión que afectan a la capacidad de la estructura metálica.
  • Soldaduras sin adecuado diseño y con deficiencias desde la fabricación por falta de controles de calidad.


La corrosión es uno de los principales problemas que afectan a los puentes.

El hormigón reforzado con barras de acero, usado en la construcción de puentes, es susceptible a la corrosión sobre todo en la "cubierta", que es la porción más alta del puente y que se usa como superficie de circulación. Las barras de acero que refuerzan al hormigón armado en la superficie de rodamiento del puente están expuestas a la acción de la sal utilizada como descongelante de la pista, ya que se filtra a través de las grietas del pavimento.

Por ello, la superficie de rodamiento tiene que ser reemplazada cada 20 ó 30 años.

A medida que las barras de acero que refuerzan el hormigón se corroen, se dilatan, produciendo la ruptura de pedazos de hormigón que se disgregan de la superficie de rodamiento del puente. Esto ocasiona riesgos para el tránsito de vehículos y una tendencia a aumentar la exposición de los componentes subyacentes del puente a la sal esparcida en la pista, lo que produce más corrosión. El agua salada en el acero contenido tanto en la porción superior como en la inferior de la superficie de rodamiento, hace actuar a estos niveles, respectivamente, como los polos negativo y positivo de una batería. Este efecto de batería acelera la corrosión en la superficie de rodamiento del puente.

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